jueves, 17 de noviembre de 2016

SANTA CRUZ DE TENERIFE: PRIMERA PARTE

Durante quince días tuve la suerte de estar en la isla de Santa Cruz de Tenerife, en las islas Canarias. Aproveché al máximo el tiempo para disfrutar de las vacaciones, y como no, para ver los herpetos que encontraba por allí, además de bucear en el océano Atlántico por primera vez.
Embarqué en el avión el primer día del mes de Agosto, me quedaba en la isla quince días, en los cuales esperaba que me diera tiempo al menos de ver algunas especies. La verdad es que tenía bastante miedo de no ver nada, puesto que no conocía ningún sitio y nunca había salido a ver animales en una zona insular. 


El primer día llegué por la noche por lo que no hubo nada más que el trayecto desde el aeropuerto al hotel. Recuerdo que pasé bastante frío, las temperaturas eran primaverales aún siendo Agosto.

Nada más levantarme al día siguiente, fui a dar una vuelta por los alrededores del hotel, siendo concretos, en la avenida de Anaga, sitio del que oiréis hablar mucho más. 

Aquí tenéis una foto de la avenida de Anaga a menos de cinco minutos andando del hotel. Pronto entenderéis porqué incido tanto en esta zona.
El caso es que ni a literalmente un minuto andando del hotel y... ¡un macho enorme de lagarto tizón (Gallotia galloti) cruza la acera!. Yo me quedé a cuadros, la que quizás era la especie que más ganas tenía de ver y aparece en pleno centro de Santa Cruz, en una avenida muy pero que muy transitada y llena de coches. Obviamente no llevaba la cámara en mano y no le pude hacer foto, me quedé absolutamente perplejo. Desde luego esto en la península no pasa. Poco después vi un macho asoleándose en la mismísima acera unos cuantos metros más adelante.

Un joven macho de lagarto tizón (Gallotia galloti). Inconfundible por esa preciosa coloración negra en la cabeza y garganta azul.
En simplemente un par de horas de paseo tranquilamente por la acera pude ver más de cincuenta ejemplares. Jóvenes, adultos, machos, hembras, crías... había de todo y por todos los sitios que tuvieran alguna que otra planta en la avenida. Hasta en las macetas. De hecho, una pareja de lagartos tizones macho y hembra vivían en un pequeño agujero en la puerta mi hotel. Literalmente. Siempre que salía o entraba intentaba verlos.
La hembra adulta de lagarto tizón (Gallotia galloti) que vivía en la puerta de mi hotel.
Los lagartos tizones son bastante grandes, con un patrón precioso y una pasada de variación entre los juveniles y adultos, además del dimorfismo sexual muy evidente. Disfruté un montón durante mi estancia viéndolos todos los días.

En el jardín de mi hotel pude ver la inconfundible mariposa monarca (Danaus plexippus). La verdad es que también pensé que había tenido la mayor suerte del mundo. Realmente no es así, ya que estaban presentes en cualquier zona con jardines o en parques.

La mariposa monarca (Danaus plexippus). Muy confiada y me dejó acercarme todo lo que quise.
Detrás de la palmera que se ve en la foto de la mariposa, vivía un lagarto tizón enorme (Sí, dentro del hotel). Y no era el único, habían un montón más. He de decir que aunque los lagartos estuvieran dentro de la ciudad eran bastante desconfiados (sobretodo pude observar que los machos) y era muy difícil sacarles fotos con mi cámara. 

La foto es muy mala, pero este es el macho de lagarto tizón que vivía en la puerta de mi hotel, junto a la hembra de mi anterior foto.
Para no extenderme demasiado lo dejaré aquí por hoy.  Pronto seguiré con más, un saludo, ¡y gracias a todos si habéis llegado hasta aquí!

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