lunes, 29 de febrero de 2016

Reivindicando a las arañas

Hoy lo primero va a ser saludar, y seguidamente pedir disculpas a los seguidores, ya que llevamos algún tiempo sin escribir ninguna entrada. Es debido a que no estamos pudiendo salir al campo, o bien por el clima o por nuestras vidas ajetreadas. Debido a que no tenemos material nuevo, hoy me animo a subir un articulo algo diferente. 

Hasta ahora os hemos relatado vivencias que con el tiempo nos ha brindado la naturaleza o incluso alguna entrada dedicada en exclusiva a algún animal en concreto que nos causa simpatía o que conocemos bien. Hoy no van por ahí los tiros de hecho quiero y estoy motivado a escribir sobre unos grandes seres, aunque de relativo pequeño tamaño, los cuales a mi me fascinan y la gente por desconocimiento los mata o menosprecia su papel en los ecosistemas. Estos individuos son los arácnidos (OJO, no solo las arañas) dentro de los arácnidos entran géneros desde los ácaros microscópicos y macroscópicos, pasando por las arañas, los solífugos, los escorpiones, opiliones y muchos más. 

Una gran araña lobo (Lycosa fasciiventris).
Los ácaros en este caso los vamos a dejar aparte ya que no veréis muchos y aunque los veáis dudo que paréis a admirarlos, aparte de que lo que os puedo decir sobre ellos es poco ya que son muy complicados. Por otro lado vamos a dejar también a los escorpiones aparte ya que estos creo que se merecen su propia entrada, y lo redactare en algún momento para compartirlo con vosotros. 

Una vez dejando a estos dos grupos fuera de la entrada (que no olvidados), centrémonos en las arañas y los opiliones. 
Lo primero es saber qué es una araña y qué un opilión y como distinguirlos, la capacidad de distinguir unos de otros. Es fácil, solo hay que fijarse en una característica: las arañas presentan abdomen siempre y los opiliones no, están formados por un cefalotórax unido al abdomen que forma su cuerpo. 

Un opilión, podemos observar cómo el cefalotórax (cabeza) y el abdomen están unidos.
Una araña (Wadicosa fidelis). Aquí se observa claramente la distinción entre el cefalotórax y el abdomen.
 Como ser son cosas distintas, son arácnidos ambos pero las características de cada uno son demasiadas y muy diferentes lo suficiente para convertir la publicación en una bola inmasticable así que el que quiera incidir en esto y diferenciar claramente arañas y opiliones en todos los campos posibles, la red es amplia y lo animo a buscar e indagar que es como mas se aprende. Llegados a este punto me desvinculo de los opiliones en las siguientes líneas para hablaros de las arañas algo que me apasiona y podría estar durante horas relatando historias y hablando sobre ellas pero no va a ser el caso ya que sé que no a todos os agradan como a mí. 


Falsa araña lobo (Zoropsis spinimana) de gran tamaño. Totalmente inofensiva.
Lo que quiero hacer hoy es dejar marcada la relevancia de las arañas en los ecosistemas y comentar que no son malas, ni nos van a picar a traición de forma deliberada, ya que su razonamiento es imposible que alcance estos niveles. Ellas son fundamentales en el control de plagas, ya que comen todo tipo de insectos estando algunas especializadas en ciertos campos, como por ejemplo las arañas cazadoras (dysderidae), especializadas en comer cochinillas. 
Sólo ellas tienen unos quelíceros lo bastante potentes para romper el exoesqueleto de las cochinillas. 

La araña cazadora roja (Dysdera crocata). De hábitos tímidos, muy huidiza y relacionada con ambientes húmedos.
Las arañas forman parte de nuestras vidas y aportan a ellas aunque no lo parezca. Ellas son las responsables de mantener tu casa limpia de bichos, estén dentro o fuera de la casa. Desde moscas y mosquitos hasta de otras propias arañas. Habréis oído hablar de la temida araña reclusa o del rincón (Loxosceles sp.) siendo la especie sudamericana (Loxosceles laeta) una de las mas toxicas del mundo. No sé si sabréis que tiene una prima ibérica llamada (Loxosceles rufescens), muy temida por todo el que sabe de ella, siendo ésta muy común, de hábitos bastante antropófilos y famosa por gustarle las casas e incluso las camas, de hecho se la apoda araña del rincón o de las sábanas. 

Araña reclusa mediterránea (Loxosceles rufescens) 
Pues tengo que deciros que pese al caso clínico que puede provocar su veneno, ésta araña no es peligrosa en absoluto, es extremadamente tranquila y su reacción no es picar aunque sea molestada, y es a ésto a lo que me vengo a referir: para una araña es una complicación picar a un humano ya que tienen el veneno para cazar y gastarlo con nosotros que no somos presas a ellas les supone perder una oportunidad a la hora de cazar o no poder defenderse ante una amenaza real. Y ya puestos a hablar de venenos, puedo deciros que en España no hay ninguna araña que realmente pueda hacer que tu vida peligre, a no ser que tengas otros problemas de anterioridad. Claramente recomiendo que ante cualquier picadura de araña se visite el médico, aunque tengo que deciros que de las cientas de especies de arañas que viven en España, sólo unas cuatro especies son capaces de producir un relativo "peligro", por lo que la probabilidad de tener un problema con una araña es realmente ínfimo. 

Una graciosa araña saltarina (Menemerus semilimbatus). Es capaz de saltar grandes distancias, habilidad que usa para capturar insectos. 
Las arañas no quieren picarnos ni viven para atacarnos. Nos ayudan en el control de plagas y regulan los ecosistemas. Yo estoy  encantado de tenerlas en mi casa de campo, no dejan mosquitos ni moscas. En caso de que no queráis tener a las arañas dentro de casa (totalmente respetable), os aseguro que con la ayuda de un bote las podréis sacar fuera sin problemas. Será imposible que os hagan nada con la ayuda de un bote, y así no sufrirá daño la araña, además de que le estaréis haciendo un gran favor a la naturaleza dejándola con vida.

Una enorme hembra de araña tigre (Argiope trifasciata). La podréis encontrar en sus enormes telas sobretodo en los meses estivales. Totalmente inofensiva.
Y juro que pese a molestar a todo tipo de arañas, unas pequeñas, otras grandes, unas con venenos potentes y otras inocuas por no poder traspasar nuestra piel al picar, JAMÁS ME HA PICADO UNA ARAÑA. 
Me han dado alegrías al verlas cazar que es un grandísimo espectáculo, al poder fotografiarlas, cogerlas, observarlas. 

Una araña cangrejo gigante (Eusparassus levantinus). Tranquilamente sobre mi dedo, en ningún momento muestra algún tipo de comportamiento agresivo. 
Son unos seres como poco muy curiosos, hay infinidad de especies y de géneros cada uno con unos hábitos y unas maneras y a cada cual más curioso que el anterior, desde arañas lobo o saltícidos hasta grandes arañas de tela como Argiopes, arañas tímidas y afines a la oscuridad como steatodas o la temida pero incomprendida araña del rincón (Loxosceles) me parecen todas increíbles y os aseguro que son beneficiosas.

Falsa viuda negra (Steatoda paykulliana). Le gustan los ambientes oscuros, donde hace su tela debajo de troncos o piedras. Nada más encontrarla huirá y de verse acorralada se encogerá y confiará en que no se le dañe. En ningún momento hace ningún amago de atacar.
Prometo subir lo antes posible el artículo sobre los escorpiones y otro sobre la única especie de solifugo que puebla nuestra península, ya que también son arácnidos y no los he nombrado. 
Y una vez más al tiempo que me despido os animo a que contactéis con nosotros por cualquier duda o para dar sugerencias para el blog o consejos, ya que hacemos esto de forma desinteresada y nos gusta saber lo que opináis. 
Por último siento que este articulo tenga poco contenido pero es imposible meter todo lo que yo quisiera en una entrada, y encima intentar que sea ameno así que aquí lo dejo en términos muy generales y si tenéis inquietudes más a fondo lo dicho, preguntad. 

Saludos a todos y nos vemos en una próxima publicación. 

miércoles, 17 de febrero de 2016

La fiebre del bufo spinosus

Hoy quiero contar una cosa como poco curiosa. Una vivencia en una de nuestras salidas al campo como naturalistas y aficionados de la herpetología.
Y es que hay un pequeño (o no tan pequeño) ser que, pese a ser mentado como común en su nombre de pila, cada vez lo es menos. Pero antes de rebelaros quien es, una vez más un humilde servidor os saluda y agradece el tiempo que nos dedicáis. 

Bien, como iba diciendo, pese a ser supuestamente común por su nombre, hay un habitante de la península que cada vez es menos frecuente y que se está viendo desplazado hacia rincones cada vez más apartados. Y sin más misterios, se trata del sapo común (Bufo spinosus). Este bichejo para nosotros precioso, pese a que hay personas que por desgracia lo ven repugnante. Era una especie de sapo que se nos resistía y no había manera de encontrarlo por nuestra zona. Por más sitios que miramos, nosotros pensábamos que no estaba presente o que era muy poco frecuente. Pero como no, lo bueno se hace de esperar y este lo hizo. Esperó hasta un viaje que realizamos a la localidad de Calles (Valencia). 

Paso del río Turia por Calles, Valencia.
Al llegar allí fuimos a unos merenderos a orillas del río Turia, a una altura en el que el río ya está bastante limpio. Estuvimos mirando el agua y no veíamos nada, paseamos por su cauce y con la excepción de una enorme trucha, tampoco vimos nada, al menos nada de interés herpetológico. Pero al volver al merendero donde al llegar habíamos aparcado, y al fijarnos bien en el agua del río, grata fue mi sorpresa al avistar un sapo, que mi amigo Antonio creyó corredor (Bufo calamita), pero que al ponerse de perfil sus ojos rojos revelaron que se trataba de un sapo común (Bufo spinosus). Estábamos realizando el avistamiento de lo que era para nuestra lista personal una nueva especie, pero el individuo escapó, sin que lo pudiéramos siquiera fotografiar. 


Lo que no esperábamos es que al fijarnos de verdad en el agua y agudizar la vista, no es que hubiera un sapo, es que se contaban por decenas. Aunque muy bien mimetizados en el fondo, esto nos permitió observarlos, hacerles fotos, coger alguno, e incluso fotografiar a una pareja reproduciéndose para dar paso a generaciones venideras. 

Amplexus o abrazo nupcial del Bufo spinosus.
Una auténtica fiebre de sapos comunes era lo que había en aquel tramo del río. 
Ésto nos alegró mucho ya que ahora tenemos un rincón donde ir a ver el sapo común cuando queramos, y nos llevamos tomas increíbles de allí. Poco más que decir de aquel día más que si os cruzáis con algún sapo común lo disfrutéis y saboreéis (no de una forma literal jejeje) como se merece.


Y llegada la hora de despedirme en esta entrada del blog, hago un anexo donde os animo no solo a compartir el blog a los que os guste, si no a que si tenéis dudas o queréis saber cualquier cosa de lo que hacemos y cómo (identificaciones de herpetos, o preguntas de cualquier tipo) nos mandéis un e-mail a las direcciones que pone en el blog, que gustosos os contestaremos. Nada más que añadir, nos vemos en la siguiente entrada. 

Saludos. 

lunes, 15 de febrero de 2016

Una sorpresa aún más inesperada

El pasado viernes (12/02/2016) motivados por la inesperada sorpresa de la culebra de escalera (Rhinechis scalaris), y acompañados por un nuevo amigo y grandísimo herpetólogo llamado Josep, volvimos a la Albufera a prospectar en ella para ver lo que encontrábamos. Una vez más como humilde blogger, me gustaría saludaros y agradecer vuestro tiempo a todos los lectores. 

Como bien decía en esta pequeña introducción que he hecho, el pasado viernes volvimos a la Albufera para ver que nos deparaba esta vez la actividad. Mal empezaba el día en cuanto a condiciones meteorológicas: había un aire muy fuerte y las nubes no dejaron ver el sol en casi ningún momento. Pero pese a esto no nos dejamos doblegar, esta vez habíamos quedado por primera vez con Josep para que nos transmitiera todos los conocimientos que pudiera sobre la Albufera, ya que es un gran conocedor de ésta. 
Como el sol no se asomaba optamos por buscar en la zona de dunas algún reptil refugiado, ya que era pronto y no estaban activos. 

Hábitat dunar de la "Devesa del Saler" 
Después de un buen rato no habíamos avistado nada, y el día se presentaba necio, así que Josep nos propuso encaminar la búsqueda hacia el único reptil lo bastante cafre para plantar cara a estas condiciones de clima: la recientemente introducida y protegidísima tortuga mediterránea (Testudo hemanni). En el ratio de búsqueda los agudizados ojos de nuestro nuevo amigo avistaron un rastro de huellas recientes de ésta, pero tras intentar seguirlo este se desvanecía y se nos hacía imposible, así que seguimos con la prospección. Llegado el momento y ya sin esperanzas de avistar nada, ya que las tortugas son muy difíciles de ver y el resto de animales no estaban activos por que el clima no lo permitía, llegó un precioso ejemplar de tortuga mediterránea (Testudo hemanni), el que nos hizo entrar en éxtasis ya que ni nosotros mismos nos lo creíamos. 


Estábamos ante un macho de mediano tamaño, todavía no adulto y posiblemente nacido en cautividad en el centro de recuperación de especies, para repoblar y reintroducir la especie. 
Éste se llevó muchas fotos, intentando molestarlo lo menos posible y sin estresarlo, en mi opinión cumplimos este cometido ya que el individuo ni siquiera se refugió en su caparazón, así que no estaba muy molesto por nuestras tomas fotográficas. 


Habíamos logrado encontrar el animal más difícil de ver en la reserva, no voy a revelar la zona concreta por respeto a la especie claro está, pero si que voy a pedir a quien lea esta entrada y que vaya a la Albufera, que si por casualidad se cruzan con cualquier animal allí lo respeten, ya que vienen días de Pascua en los que va mucha gente, y desgraciadamente entre perros y humanos les cuesta la vida o la libertad a muchos animales, cuando recuerdo que están protegidos por algo. Lo mejor siempre es no intervenir en la naturaleza y respetar el paraje.


Y hasta aquí el artículo de hoy, y una muestra más de cómo día a día la naturaleza nos recompensa y nos premia los esfuerzos que hacemos por disfrutar de ella y darla a conocer al que no está tan motivado o concienciado a respetarla. Esta vez fue algo muy especial para nosotros, tanto por el primer contacto con Josep con el que esperamos que habrán muchas más salidas, como por la sorpresa de la Albufera hacia nosotros, todavía más inesperada que la del pasado día.


PD: adjuntamos la web de Josep por si queréis echarle un vistazo.

martes, 9 de febrero de 2016

Una sorpresa inesperada: Culebra de escalera

El pasado jueves (04/02/2016), y en nuestro continuo ejercicio como naturalistas, decidimos variar nuestra ruta y por ese día dejamos la Sierra Calderona para ir a un sitio del que teníamos buenas referencias gracias a la red y teníamos ganas de conocer.
Una vez más y como en las anteriores entradas, lo primero es dar los buenos días, y ahora cumplidas las formalidades me permito seguir con el texto. 

Ya que este anormal invierno está siendo muy cálido, aprovechamos un día de sol con temperaturas rozando los veinte grados para ir a la Albufera de valencia, en concreto a su devesa (dehesa) a orilla de playa. Habíamos recabado información sobre ésta para saber las especies que nos podíamos encontrar allí, las mas citadas: rana verde común (Pelophylax perezi), lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus), lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus), eslizón ibérico (Chalcides bedriagai), culebra viperina (Natrix maura) y la preciosa culebra bastarda o de Montpellier (Malpolon monspessulanus), y ya que algunas de estas especies todavía se nos resisten, realizamos el viaje eufóricos por saber si lograríamos tachar alguna de ellas. 
Como no podía ser de otra manera la naturaleza nos volvía a sorprender, tras una hora andando todavía no habíamos atisbado movimiento de ningún animal exceptuando el de los patos que volaban aquí y allá continuamente, la desilusión llegó a nosotros, ya que lo que creíamos iba a ser un continuo no parar de animales estaba muy mustio, yo diría que casi parado por completo. Pero en ese momento en el que nos planteábamos un cambio de zona y de enfoque viendo los pocos resultados llegó la sorpresa: bajo un tablón de madera que levantó mi compañero Antonio, en una duna a escasos metros del mar nos esperaba un precioso ejemplar de culebra de escalera (Rhinechis scalaris), una de mis favoritas, y a la que le tenía unas ganas terribles. 



 Este era un ejemplar juvenil de 38 centímetros y brillante colorido, que equiparaba su majestuosidad a su genio, ya que no paro de intentar morder ni de atacar durante todo el rato que estuvimos con él. Así que aprovechando nuestro hallazgo me voy a permitir hablaros durante un rato de la culebra de escalera. 



Estas son unas serpientes de hábitos diurnos, aunque los pueden convertir en nocturnos durante las épocas más calurosas del año, pocos son los ejemplares que llegan a adultos, ya que son víctimas de los coches gran cantidad de ellos, además de los procesos de selección natural que ya de por si actúan. Se las llama culebras de escalera por el patrón de su espalda en la fase juvenil, ya que asemeja los peldaños de una escalera que perderá los traveseros cuando el ejemplar sea adulto. 



Se alimentan generalmente de pequeñas aves y roedores que cazan al acecho, y matan por constricción, ya que carecen de veneno. Si vuestro deseo es observarlas en la naturaleza, es raro encontrarlas en sus guaridas, ya que aprovechan madrigueras de roedores y hoyos para esconderse. A estas se las encuentra en zonas de monte bajo y con vegetación poco densa, donde se vean pajarillos por el suelo, ya que es el escenario perfecto para que cacen. Suelen ser bastante agresivas ,pero el máximo mal que os podéis llevar de ellas es un buen bocado, y dependiendo del tamaño del ejemplar, nada de lo que preocuparse.



En conclusión unos animales de extraordinaria belleza y magnetismo que me tienen obnubilado y otro granito de arena que alimenta mi afición al naturalismo y mi pasión por la herpetología.
El resto de la salida no tuvo mucho más que contar aparte de algún avistamiento de lagartija cenicienta, las cuales no permitieron ni hacerles fotos. 
Pese a esto volvíamos a casa con una sonrisa de oreja a oreja gracias a la genial culebra de escalera encontrada y a los maravillosos momentos que esta nos brindó.

martes, 2 de febrero de 2016

Lagartija colilarga (Psammodromus algirus).

Debido a las altas temperaturas de este invierno hay un pequeño habitante de la Sierra Calderona que no hemos dejado de ver y motivados por ello hemos decidido subir una entrada sobre él para que todos lo conozcáis mejor.

Dicho esto creo que lo primero es saludar a todos los lectores y presentar a este ser tal y como merece. 
Es un pequeño reptil rápido y escurridizo, pero muy abundante, no sé en qué pensaréis al leer esto pero yo hablo de la lagartija colilarga (Psammodromus algirus). 

Lagartija colilarga (Psammodromus algirus)
La principal característica de ésta como su propio nombre indica, es el tamaño de su cola, ya que llega a ser de dos a tres veces el de su cuerpo, el cual llega a los 7,5 centímetros de longitud incluyendo la cabeza. 
Es un bonito animal que en nuestra Sierra Calderona se suele ver en las orillas de los caminos, en zonas de vegetación baja pero densa y en claros de bosques. 

Ejemplar juvenil de lagartija colilarga (Psammodromus algirus)
Son muy rápidas y buenas escaladoras. Cuando nos acerquemos a ellas su técnica de huida consiste en correr una pequeña distancia y hacer una parada a esperanza de que no se la vea. Si se la sigue, repetirá la operación las veces que haga falta. Como característica principal destacan sus escamas carenadas y puntiagudas en dorso y flancos. 

Lagartija colilarga (Psammodromus algirus)

En periodo de celo los machos son especialmente vistosos, ya que adquieren tonos colorados-anaranjados y amarillentos, a parte de presentar ocelos azules (sentimos no poder adjuntar fotos de esta fase pero aun no la hemos podido hacer y las fotos siempre son de las nuestras cuando las tengamos las subiremos). 
A la hora de manipularlas he de decir que hay que poner especial cuidado en no hacerlas recurrir a la autotomía caudal (desprendimiento de su cola), ya que les supone una faena porqué la usan de reserva energética y como elemento de distracción ante amenazas reales de depredadores, además de que jamás le crecerá tan larga ni de la misma manera.

Detalle de ejemplar juvenil de lagartija colilarga (Psammodromus algirus)


Son animales difíciles de fotografiar pero por los que merece la pena poner empeño.

Y hasta este momento poco más que decir a parte de que no os quedéis solo con lo que leéis en el blog, si no que salgáis al campo a ver a este magnífico animal y a otros tantos que allí os esperan y que si tenéis alguna duda preguntéis en los mails de contacto colgados en el blog, aparte de esto quiere despediros hasta el siguiente artículo.


Saludos, Rubén.